La enseñanza de ciencias experimentales como asignatura pretende que los estudiantes comprendan tanto la teoría como la práctica detrás de la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias experimentales. En esta fase, las ciencias experimentales están integradas en el área de conocimiento del medio natural, social y cultural. La asignatura de didáctica de las ciencias experimentales busca que los alumnos se familiaricen con los procesos de aprendizaje científico, su metodología específica, y que comprendan cómo organizar y secuenciar la enseñanza de las ciencias para facilitar su abordaje en la educación.
En cuanto al contenido, se aborda la importancia, los propósitos y las características de enseñar ciencias; se analiza el pensamiento científico, las ideas preconcebidas de los estudiantes y se reflexiona sobre actividades asociadas con la práctica científica, como la observación, comparación, clasificación, identificación y experimentación. Se explora la importancia del diálogo en el aula de ciencias, estrategias para ayudar a los estudiantes a desarrollar ideas científicas y se evalúan criterios para analizar libros de texto. También se examinan aspectos relacionados con la regulación del aprendizaje, evaluación y planificación y secuenciación del proceso de enseñanza, así como los contenidos de educación científica.
Estrategias para la enseñanza de ciencias experimentales
Las estrategias didácticas más comúnmente empleadas en la enseñanza de las ciencias naturales son fundamentales para fomentar tanto la enseñanza como el aprendizaje. Estas estrategias, tales como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), el estudio de casos, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), los aprendizajes basados en las representaciones de la información y el conocimiento, y el análisis de la información y conocimiento, se centran en promover la participación activa de los estudiantes, estimular la resolución de problemas, facilitar el trabajo colaborativo y fomentar la comprensión profunda de los conceptos (Chiluisa et al., 2023).
El ABP, por ejemplo, impulsa el desarrollo académico al plantear problemas que requieren soluciones fundamentadas, incentivando así la motivación y el compromiso del estudiante. Del mismo modo, el estudio de casos presenta situaciones de la vida real como base para el análisis y el aprendizaje, promoviendo la reflexión y la propuesta de soluciones alternativas.
Por otro lado, el ABP se apoya en la construcción activa del conocimiento, alentando a los estudiantes a planificar, implementar y evaluar proyectos con aplicaciones prácticas en el mundo real. Mientras tanto, los aprendizajes basados en representaciones de la información y el conocimiento aprovechan herramientas visuales como mapas mentales y conceptuales para facilitar la comprensión y la memorización de conceptos complejos.
Finalmente, el análisis de la información y conocimiento se fundamenta en el proceso de lectura, desarrollando habilidades de comprensión literal, inferencial y analítica. Estas estrategias, al integrarse de manera efectiva en el aula, no solo promueven un aprendizaje significativo, sino que también preparan a los estudiantes para discernir entre la información relevante y la construcción de conocimientos sólidos, habilidades esenciales en la sociedad actual.