La ética y educación son conceptos que se relacionan con el sentido de la humanidad y condicionalidad histórico-social que exige una formación para convertir a las personas en ciudadanos íntegros y con valores. Desde una perspectiva educativa se puede definir a la ética como “la ciencia que estudia el bien y el mal, las relaciones con la moral y el comportamiento del estudiante” (Colegio St. John’s, 2020).
A continuación, te presentamos un recuadro con las principales características que tiene la ciencia ética en la educación:
Cabe mencionar que en los programas educativos la asignatura de ética es una de las más descuidadas, es por ello que se requiere una mayor involucración por parte de la comunidad educativa porque se involucra muy pocas veces esta materia en el plan de estudios o muchas veces su presencia es nula en el mismo.
Beneficios de la ética en la educación
Esta asignatura es de gran importancia para la comunidad educativa y la sociedad en general porque:
- Favorece la dignidad y el constructo moral de las personas
- Los alumnos generan un pensamiento crítico
- Favorece la reflexión y raciocinio de nuestras acciones
Pero, ¿Cómo podemos fomentar prácticas éticas en la educación? A continuación te mencionamos cuatro dinámicas con las cuales podrás poner en práctica este tema con tus alumnos:
Ejercicio 1: Desarrollo de una cultura justa y libre de culpa en una organización
Pide a tus estudiantes que reflexionen y respondan las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son los principios básicos de una cultura libre de culpa?
- ¿Qué pasos recomendarían para desarrollar una cultura libre de culpa en la autoridad aduanera?
- ¿Cómo se puede implementar la cultura libre de culpa en la práctica?
- ¿Cómo puede la autoridad aduanera crear conciencia entre su personal sobre la cultura libre de culpa?
Ejercicio 2: Un cuento sobre dos historias
Pide a los alumnos que recuerden un momento en su trabajo o en su universidad, o una situación familiar o social en la que sus valores hayan chocado con algo que se les pidió o que los presionaban para hacer y ellos hayan expresado su incomodidad y actuado para resolver el conflicto. Deberán responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué hiciste y cuál fue el impacto?
- ¿Qué te motivó a hablar y actuar?
- ¿Qué tan satisfecho estás con tu respuesta? ¿Cómo te gustaría haber respondido? (Esta pregunta no se trata de rechazar o defender acciones pasadas, sino más bien de imaginar una situación ideal).
- ¿Qué fue lo que te facilitó hablar/actuar (lo “habilitante”) y qué fue lo que te lo dificultó (lo “inhabilitante”)? ¿Esas cosas estaban bajo tu control? ¿Estaban bajo el control de otros?
Recuerda que el cambio ético es algo que nos compete a todos y con un trabajo colaborativo podemos fomentar prácticas éticas.