Lenguaje educativo inclusivo

El lenguaje educativo se extiende más allá de simplemente servir como un vehículo para comunicar cierta información sobre una disciplina académica específica.

El progreso del lenguaje educativo académico es un desafío para los profesores en todas las materias y niveles educativos. Tanto los docentes como las autoridades educativas son cada vez más conscientes de esta compleja situación.

En Alemania, con la llegada de inmigrantes, se están examinando los problemas lingüísticos de los alumnos pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos. Es solo en este momento que se reconoce la importancia del desarrollo del lenguaje para alcanzar una trayectoria escolar y laboral exitosa. Los alumnos con dificultades en su educación se asemejan a un papel tornasol, donde los problemas del lenguaje se vuelven más evidentes y representan un desafío para los profesores.

El crecimiento lingüístico abarca el desarrollo correcto del lenguaje académico educativo

El desarrollo del lenguaje implica la apropiación adecuada del lenguaje utilizado en el ámbito educativo y académico. Este tipo de lenguaje no se limita al discurso científico de nivel avanzado ni al lenguaje altamente especializado utilizado en la enseñanza o investigación de una materia en particular. Más bien, el lenguaje educativo académico se forma en la interacción entre el lenguaje cotidiano, el lenguaje escolar y el lenguaje específico de cada asignatura. Su propósito comunica conocimientos específicos utilizando significados comprensibles en el día a día.

Dominar el lenguaje educativo académico permite comprender y manejar relaciones complejas y exigentes desde una perspectiva cognitiva, así como elaborar la información de manera efectiva. La lengua no precede al contenido; más bien, se desarrolla y enriquece junto con el aprendizaje de los contenidos específicos. Por lo tanto, no se puede separar el lenguaje del contenido, ni desde el punto de vista de la enseñanza de la materia, ni desde el punto de vista de la enseñanza del lenguaje, ni desde la psicolingüística.

Contrastes en la comunicación cotidiana vs. educativa

Dado esto, es imposible separar el lenguaje de los contenidos específicos, y mucho menos de su enseñanza y aprendizaje. Por esta razón, el aula debe ser un espacio donde se preste atención, se planifique y se construyan la comunicación y los discursos de manera efectiva.

En la comunicación cotidianaEn la comunicación en el ámbito educativo
Las situaciones son familiares y conocidasLas situaciones son desconocidas y nuevas
Se habla fundamentalmente sobre temáticas personalesEn general, se habla de temáticas impersonales
Se comunican experiencias concretasSe comunican saberes frecuentemente abstractos
Hay frecuentes errores y se sobreentienden porque la situación es conocida para los interlocutoresLos errores llaman la atención y pueden falsear el contenido
Es tolerante a todo tipo de trasgresiones en la lenguaNo hay tolerancia para trasgresiones en la lengua
Elaborado por Fundación Kichihua, (2024 basado en Leisen s.f.).

El arte de moldear la comunicación: nuestra lengua en constante creación

El lenguaje utilizado en la educación académica no se considera un lenguaje “de alto nivel” ni es aún específico de una asignatura en particular. Su función principal es actuar como un puente entre los conocimientos científicos especializados y la vida cotidiana (Ortner, 2009). Según Jürgen Habermas (1977), este tipo de lenguaje es el medio mediante el cual se pueden construir los conocimientos básicos específicos utilizando los recursos lingüísticos y no lingüísticos de la educación escolar. Por lo tanto, está estrechamente vinculado con el proceso de aprendizaje escolar, no solo con el simple dominio del idioma materno.

Cuando los estudiantes deben utilizar este tipo de lenguaje en una asignatura, como para valorar algo o describir un objeto o proceso, suelen enfrentar dificultades significativas.

Los profesores reconocen estas dificultades, que pueden abarcar desde una secuencia de pasos poco clara, uso inadecuado o desconocido de vocabulario, desorden en la estructura de las oraciones, falta de atributos para precisar elementos esenciales, hasta errores ortográficos. Estos problemas derivan del cambio de registro del lenguaje cotidiano al lenguaje educativo académico.

Para muchos alumnos, el lenguaje académico no es familiar ni se ha practicado, ya que la comunicación en la vida cotidiana y en la escuela son diferentes, y, por lo tanto, también lo son los lenguajes utilizados en ambos contextos.

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