Andrea Oviedo, cofundadora de Pixframe Studio, creadora del videojuego para desarrollo de habilidades cognitivas: Towi, nos comentó sobre su experiencia utilizando videojuegos educativos para la enseñanza.
En este artículo encontrarás algunas de las ideas que consideramos importantes para entender cómo se puede aprender jugando videojuegos.
¿Por qué utilizar videojuegos?
Antes de hablar del videojuego educativo, debemos hablar de los juegos en general. El juego es algo natural en el ser humano, es la manera en que descubrimos el mundo cuando somos pequeños, por ello aprender jugando es una de las formas más eficientes para desarrollar habilidades cognitivas; además, el juego es altamente motivador con las diferentes dinámicas, los puntajes y la competencia con otros y con uno mismo. se desencadenan sustancias químicas que nos hacen sentir felices, motivados y con ganas de seguir adelante con esa dinámica.
Cuando hablamos de un videojuego educativo, hay elementos como pequeñas recompensas virtuales que brindan una sensación de progreso y motivan al jugador a continuar hasta el final. También es común que se presente un objetivo general dividido en tareas pequeñas y específicas, esto hace que la meta final se perciba como más alcanzable, a diferencia del sistema educativo tradicional en el que muchas veces hay que esperar al fin de la materia para obtener retroalimentación y satisfacción.
Finalmente, la penalización por errores es mucho menor, de hecho, no se trata de castigar por el error, sino de motivar al jugador (en este caso sinónimo de estudiante) a intentarlo de nuevo para obtener un puntaje mayor que en la partida anterior, de esta manera se pierde el miedo a equivocarse y; como es bien sabido, se aprende más del error que de la victoria.
¿Y cómo se aprende jugando?
Fomentando el desarrollo de habilidades cognitivas.
Estas son la base del aprendizaje, o dicho muy sencillamente: conforman la capacidad de aprender, a aprender, son habilidades que nos ayudan a recibir la información, procesarla y convertirla en algo que tenga sentido, tales como:
- Atención,
- Memoria,
- Planeación,
- Agilidad mental,
- Percepción audiovisual,
- Entre otras.
Estas habilidades a veces están dañadas por problemas de aprendizaje, como lo puede ser el trastorno por déficit de atención. También pueden encontrarse poco estimuladas ya muchas veces nos enfocamos en lo que sucede a nivel académico y no nos cuestionamos si los estudiantes tiene algún problema subyacente que esté afectando su desempeño; no es que no tengan la capacidad de resolver un problema, sino que por una pequeña falla de aprendizaje no están logrando el resultado esperado.
Todo en conjunto; especialmente en el contexto de los videojuegos educativos, brinda una experiencia de aprendizaje personalizada. Esto muy difícilmente se puede lograr en un aula de un sistema educativo tradicional, ya que; al haber tantos alumnos a su cargo, los docentes tienden a concentrarse en el grupo y no en el alumno como individuo.
¿Se puede aprender con cualquier videojuego?
Todos los videojuegos pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar alguna de las habilidades cognitivas (aunque en un principio no haya sido el objetivo del videojuego).
La verdadera diferencia existe realmente entre los denominados serious games y los que son solo para entretenimiento. El único objetivo de estos últimos es precisamente ese: brindar diversión al jugador, lo cual también responde a una necesidad del ser humano muy presente en los niños.
Los serious games por otro lado, tienen un propósito mayor, generalmente relacionado con una cuestión educativa, esta puede ser el desarrollo de una habilidad o su evaluación, además de proveer entretenimiento.
Detrás de un serious game existe un proceso de diseño que se puede dividir en dos áreas generales:
- El diseño de la parte educativa. En la primera parte se definen las metas a nivel pedagógico, con una fundamentación neuropsicológica detrás, siempre teniendo en mente lo que tiene que lograr el usuario; y luego, qué tipo de actividades y ejercicios lo pueden llevar a cumplir esta meta.
- El diseño del videojuego en sí. Empezando por la narrativa, manejando un contexto, personajes y escenarios que vayan conforme a las actividades planteadas anteriormente que serán implementadas como parte de las mecánicas del juego: las reglas (causa-efecto), cómo se ganan las recompensas virtuales y cómo progresa la dificultad. Esto último tiene mucho que ver con el contenido que se desea enseñar.
En conclusión
Existen muchos estigmas sobre el uso de la tecnología para el aprendizaje. Así como muchas creencias sobre los efectos dañinos que pueden tener los videojuegos en los niños.
Sin embargo, el estudio de estas áreas ha demostrado que, si se usan con medida, son más bien beneficiosos. Esto ha dado lugar a que emprendedores como Andrea Oviedo y su equipo aprovechen el atractivo que tiene el videojuego educativo para motivar a los niños a seguir aprendiendo, a seguir desarrollándose, a la vez que juegan y se divierten sanamente.